lunes, 27 de febrero de 2012

#Pantuflas

El tema se desató cuando una amiga llegó a casa en pantuflas. Una especie de tela de toalla gris melange con suela de goma y un ribete bicolor imposible de sobrellevar. Ni hablar de la flor bordada que llevaba en su capellada. Aunque me cueste ahondar en detalles tan poco agradables, no sólo eran pantuflas tradicionales, sino que además tenían la híper innovadora abertura en la puntera, también conocida como boca de pez.


Las de mi amiga.
El modelito del pecado.




Cualquier intento de justificación al calzado menos atractivo del mundo caduca. Ni que la mamá de mi amiga vive enfrente de casa, ni que eran las 00hs, ni que estaba casi dormida, ni que se bañó y se puso lo más cómodo. No hay razón que justifique tal acción. Está bien que nos urgía un consultorio sentimental por mal de amores, pero tampoco para tanto! Creí que era el fin de la relación. La mía con ella, obvio.
La tarea es ardua, pero no puedo dejar de dar batalla contra las pantuflas, chinelas, chancletas, o cualquier otra de similar índole. De modo que, si no hubiese más alternativa, léase a menos que se tratase de ir de la cama al baño en la habitación de la maternidad a horas de haber dado a luz en invierno, traten de evitar usar pantuflas. Y si estás justo en esa situación, fíjate que opción elegís para que, al menos, puedas resarcir  tu pecado.
Pantuflas by Planar (recién descubro esta firma). Ya saben con qué opción me quedo, no?



domingo, 26 de febrero de 2012

¿Por qué te pusiste... a escribir?


Este blog nace por la necesidad personal de exteriorizar aquellos íconos que, entiendo, representan la anti-moda. 
Soy licenciada en Comunicación Social, egresada de la Universidad Nacional de La Matanza. Mi interés por la moda surgió mucho antes de que pueda entenderlo como tal (aunque tengo fotos que atenten contra ello). Desde mi tesina de grado “Moda: ¿concepto efímero o eterno?” hasta hoy he atendido a asuntos de la moda en su marco más estricto o, si se quiere, serio. 

En este espacio, nada innovador a esta altura del partido, pretendo dedicarme a los aspectos más terrenales de la moda. En un doble intento por dejar de criticar vestuarios hablando sola, y por colaborar con la belleza de una ciudad que corre sin destino, mostraré algunos de los que entiendo como los pecados capitales fashion. 
Porque si no sabés qué ponerte, al menos es bueno empezar por lo que no.

¿Por qué te pusiste...?  les da la bienvenida!! Quienes gusten, pasen, vean… lean y luego vistan.