miércoles, 16 de mayo de 2012

#TodoCombinado

El otro día, una señora en la calle llevaba zapatos verdes, cárdigan verde, cartera verde, y aros colgantes verdes. Lejos de querer entrar en el juicio de valor simplista me pregunté si ¿representaría ideales vegetarianos o sería activista de Greenpeace? Claramente ninguna de esas alternativas se ajustaba al caso.
Por estos tiempos la combinación exhaustiva de prendas y accesorios está demodé. Pero si así y todo quisieran recurrir a la combineta de colores procuren que al menos sean tonos exactamente iguales. Si algún complemento está ‘en la gama de’, ya no se considera combinado sino más bien una especie de degradé infinito rumbo al desastre.
Hace rato que la no-combinación está en boga. Por suerte, los zapatos ya no tienen que ser iguales que las carteras, ni los blazer iguales que los pantalones. Además está declarado el peligro de extinción de los twin sets, y esperamos que ninguna asociación protectora del retro pretenda reivindicarlos.

A continuación unos anti-ejemplos ilustrados. Y más abajo, los des-combinados cool.

La naranja mecánica.
Crema del cielo.
Botas + suéter + bolso = to much.
Divino todo, pero de a una cosa por vez!
Barbie look.
No entiendo como alguien armó este outfit.
En pasarela los permisos son más laxos.
Bolso crudo, acordonados azules: divine!
Zapatos blancos y sobre fucsia.
Sobre verde esmeralda y sandalias rojo carmesí.
Sobre suela y botinetas grises.
Clutch verde y zapatos beige.

lunes, 30 de abril de 2012

#SandaliasConMedias

Se vino el frío, y con él se procura esconder los calzados abiertos en el fondo del placard. Sandalias de tiras, bocas de pez y las tan vistas Birkenstock invernarán en algún recoveco del guardarropas hasta, por lo menos, la primavera. Si hubiese que dejar a mano alguna sandalia predilecta, por favor, presta especial atención con qué medias ha de combinarlas.
Como ya hemos visto con el tema de los breteles de silicona, la semi-transparencia del material no hace invisible al accesorio. Con las medias de lycra pasa exactamente lo mismo. Con o sin puntera, con o sin costuras, con o sin refuerzos, se ven. De manera que sería interesante descartar el uso de medias de nylon con calzados abiertos en zona de dedos y/o talones.
Mientras pensaba este post me dije: hay cosas obvias en la moda, como ésta, asique difícilmente encuentre alguna foto ilustrativa del pecado fashion planteado. Para mi sorpresa y disgusto, las alternativas de las web nutrieron la reseña de anti-ejemplos:

Todo lindo, pero no.
Le quiso poner onda, pero tampoco.
El peor de todos.
Mismo tono no!
Horror.
Las sandalias son cool, pero le pifiamos con las medias con puntera y talón.
Innecesario.
Por suerte hay casos en los que las medias se vuelven un toque cool. En esos ítems, lejos de tratarse de tejidos traslúcidos, los calcetines son protagonistas. Cortitas o bucaneras son un must que acompañan outfits arriesgados, college o cancheros. El tip: si usas sandalias con medias, no trates de camuflar los zoquetes con la piel o con el mismo calzado. El género de punto elegido deberá ser lo suficientemente distintivo como para aseverar que fue una opción adrede y no caer en ridículo.


Alexa Chung
Front row.
De pasarela.
Gana el contraste.
Outfit by Zara.
The Sartorialist.
Campaña; desfile; street wear.

lunes, 23 de abril de 2012

#Patillas

En nuestro país poseen una carga valorativa e histórica jodida. Suelen vincularse a personalidades poco auténticas. Algunos representantes políticos argentinos las usaron para embanderar su imagen, y en ocasiones les sirvió. Lejos de convertirse en cábala, lo importante es que dejaron de usarse en los '90!!

Sólo eso. Hay patillas y patillas, ante cualquier duda, consulte con un especialista de estética.

Más abajo, cuatro pares de patillas que NO, y cuatro que SI:









viernes, 6 de abril de 2012

#Soutien

Qué pensarían aquellos que nombraron ropa interior a la lencería ante tantas muestras de exteriorización. El corpiño es una prenda íntima femenina de gran utilidad siempre que no se cometan serios errores al elegirlos.
Los dilemas de la underwear no terminan en un push up o una tasa soft. Talles, materiales, formas, breteles y colores pueden levantar un equipo o dejarlo caer, con lo que implica de esta prenda deje cosas caer.
Las menos agraciadas no necesariamente debemos alojar almohadillas, soquetes o demás materiales en nuestros escotes. Tampoco es ameno que las mujeres que superen los 100 cm de busto utilicen corpiños súper armados para ‘dar forma’ a los senos en una muestra de ostentación innecesaria.
Pese a mi resistencia a dar un apartado especial a tan despreciables complementos, el ‘transitar urbano’ me obliga a considerarlos: los breteles transparentes. ¿A quién se le ocurre que por ser de silicona y pegarse cual cinta scotch a la piel no se van a ver? No sólo eso, los he visto con glitter y dijes. Por el amor de Dior, y de Victoria Secret, apelo a la erradicación de los breteles plásticos de la vida en comunidad.
Si la idea original del outfit es exhibir el sostén, con una elección atinada es suficiente. Hay que prestar atención a los contra-tonos y los ajustes complicados. Los accesorios contribuyen a focalizar la atención en los puntos que se desea. Además, si no estamos del todo conformes con los pechos que nos tocaron, es preciso desviar las miradas a sectores más seguros.
En materia de escotes hay que probar y probar. Naturalidad y actitud forman una combinación imbatible. Si el corpiño no queda divino, es mejor otorgar libertad a las partes, y estar tranquilas, porque en nuestro país seguro existen caídas más categóricas que las de nuestras lolas.

A continuación, los NO y los SI (se distinguen con claridad en ese orden):


Esto no puede ser intencional.

No Britney, noooo!

Cómo arruinar un look by Susan Sarandon.

La espalda de los mil breteles.
Sra Carrió: no reste credibilidad y no escatime en la talla.

Lindsay Lohan no te entiendo.

Sarah Jessica diosa.

Winona Ryder 100% natural.

Chica Blackberry, cool..

Minimalismo romántico: imposible usar con soutien.

Para mi, por la frescura, es un SI.


Salvatore Ferragamo sin mostrar casi nada.

miércoles, 28 de marzo de 2012

#Jogging

Al regreso de una ardua jornada laboral, un jogging puede ser el símbolo predilecto de liberación. De la elección depende liberarse o caer preso del prototipo ‘Piñón fijo’.
Bastante lejos de la alfombra roja y no necesariamente para hacer deporte, los terrenales solemos refugiarnos en una buena joggineta para disfrutar del tiempo libre. Enfundarnos en tan noble prenda es uno de los pequeños placeres de la vida. Cabe aclarar que una buena opción tendría un elástico que no estrangule caderas y que, a su vez tenga la suficiente fortaleza como para evitar el síndrome plomero.

Ante la seducción de tamaña comodidad es factible perder de vista ciertos límites. Para que eso no ocurra, aquí van unos tips:

  •     NO al jogging que se hizo bolitas en zona de cola y rodillas
  •     NO al de acetato deportivo del club de fútbol preferido
  •     NO al que usamos una vez para pintar (desconozco qué hace aún en el placard¿?)
  •     NO a las que se encogió con el lavado y no llega a cubrir ni los tobillos
  •     NO al negro arratonado en versión gris verdoso
  •     NO al que tienen bolsillos tipo cargo (ni a las gambas de Dolo Barreiro le quedan bien)
  •     NO al que el arrastre le carcomió el dobladillo
  •     NO al que ya no se le distingue su color originario
  •     NO al pantalón del pijama (al menos no antes de las 22 hs)
  •     NO al delator de flotadores (ese es el peor!)
  •     NO al que te heredó tu mamá (en este caso lo vintage roza lo viejo)
  •     Seguro se me escapa algún ‘NO’, en fin.

Para contrarrestar tanto dato restrictivo, les dejo los ‘SI’ en imágenes inspiradoras. Y recuerden que siempre es mejor llevar un jogging copado con la actitud que lo acompañe, a introducirse en un jean híper elastizado del que luego no podamos salir.

TCN
Pull & Bear

Ver

Yves Saint Laurent


Paul & Joe

Zara